Ya reunidos los
dioses y demonios
se plantean
cuestiones en derechos
de pistolas, de
balas y pertrechos
de venta por
reparto en patrimonios.
- El hombre
tiene un miedo consumista;
aprovechemos
esas consecuencias.
- El hombre se
redime en penitencias...
¡Tampoco hay
que ser un alarmista!
- Las armas, un
negocio que se paga
solo y a corto
plazo, sin problema.
Aparte que el
dinero ya les quema...
ya no usan el
martillo ni la daga.
- El hombre es
del amor ¡Vive feliz!
- ¡El hombre no
practica lo que aprende...
cuando puede, a
sus hijas me las vende!
- Le avergüenza
su propia cicatriz.
Su estigma es
un problema...
- Entiéndelo
angelito, las personas
no escuchan lo
que a diario les pregonas.
Autor: Jorge de
Córdoba
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