martes, 28 de febrero de 2017

Nos destruyen



Y así, tan de repente me cambiaron
la denominación al convertirme
en un lío, que ¡Vaya que si liaron!
y por tanto quisieron redimirme

con una pantomima elucubrada
para dar con la idea de un suicidio.
Si tengo la conciencia encabronada
es por verme nadando en el fastidio...

Muchos asesinatos de por medio
y aún no comprendemos de intenciones
ocultas, esperando y al asedio
con la meta de hacernos "soluciones"

en fosas clandestinas y regadas
por toda la comarca del bajío.
Con sus gestas cobradas y pagadas
destruyen a lo tuyo y a lo mío.

Autor: Jorge de Córdoba

domingo, 12 de febrero de 2017

Me quisieron suicidar



Un intento de suicidio
un suicidio sin final

Si solo quedó en intento
entonces lo hicieron mal.

Las pesadillas torturan
como heridas en la sal.

Después de meses luchando
contra el polvo de la cal

no entendí que esta batalla
sin testigos, sin aval...

convertiría al país
en un antro, en un congal

al servicio de políticos
que falsean lo legal.

Entonces nuestra sentencia
dejó de ser opcional...

Hoy río sobre mi tumba
y su epitafio fatal.

¿Qué dirán cuando comprendan
que sigo siendo letal?

¡Me forjaron asesino
y no un comodín social!

Autor: Jorge de Córdoba

domingo, 5 de febrero de 2017

La mirada del diablo


Un brillo interesante y atractivo
que deja la cabeza sin preguntas.
De pronto cada golpe es positivo
y encontramos los nudos de las puntas.

Aquello prohibido nos atrae
y versos acotados nos inspiran...
Igual que desde el cielo nada cae
así las margaritas nunca giran.

Lo que denominamos cual pecado
se convierte en imán de los propósitos...
Resulta que tenemos un recado:
devolver al demonio sus depósitos.

Autor: Jorge de Córdoba

viernes, 3 de febrero de 2017

Apenas respiro

Me pregunto si sirve sostenerlo
entre mis manos. Siento que me vale
un pasaje a la vida mientras sale
el carmín, sin poder ya contenerlo.

Metal que identifica a los despojos.
Todavía conservo las primeras
placas que son leales compañeras
empapadas en muerte y rastros rojos.

El aire se liberta, se evapora
y la luz se disipa a pleno día.
El tiempo ya no tiene plusvalía
y la respiración es estertora.

Autor: Jorge de Córdoba