la rabia, como sangre ennegrecida,
cuajaba en mis entrañas con dolor
renegando a la “patria agradecida”
Locura retratada y purulenta
gotea por heridas siempre abiertas...
Si dios me martiriza y atormenta
prefiero la demencia en cosas ciertas.
Mis hombres abatidos por deber
en luchas que no tienen resultados...
Prefiero derrumbarme y perecer
al grito de fantasmas olvidados.
Autor: Jorge de Córdoba