lunes, 28 de noviembre de 2016

Historia recurrente



Una fotografía en el cajón
no dice la verdad de un sentimiento.
Me robas el recuerdo de tu aliento
acallando el cantar sin un pregón.

Tormentas y chasquidos de relámpagos
sacuden mi cabeza sin sentido.
En verdad que parezco confundido
encerrado en las islas de galápagos.

Y resulta que estoy entre cobijas
temblando por el frío matinal.
Es una pesadilla sin final
dentro de un sueño: sangre y sabandijas.

Autor: Jorge de Córdoba

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Traje negro



De pronto se acabaron los motivos
y nos dimos por muertos en la arena.
Igual que sin la Reina no hay colmena,
ya no pudimos vernos siendo vivos.

Dicen que la venganza, siendo amarga,
se pasa dulcemente por la boca.
La esperanza callada, vuelta loca,
se transformó llenándonos de carga.

Por mucho que a un cuervo escuche allegro
y aparente ventura en su pericia...
sigue volando pleno de malicia;
sigue vistiendo un traje sobrio y negro.

Autor: Jorge de Córdoba

jueves, 17 de noviembre de 2016

Enloquecido de dolor


Filántropo de cruel mitomanía
hundido en los renglones del absenta...
siente que su destino se revienta:
La sueña cada noche todavía.

Incrementa la dosis del veneno
mientras bebe con loca antelación,
sorbiendo su demencia y adicción
con temblores impropios de un galeno.

Los recuerdos castigan su memoria
y de nuevo vomita de dolor:
Sus manos destruyeron al amor
borrando los momentos de la historia.

Autor: Jorge de Córdoba

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Si llegase a "perderme"



Me fingieron demente, me fingieron
drogadicto; dejando un testimonio
ficticio retratando a mi demonio
como algo pasajero. Les mintieron.

Les mintieron ingenuos electores...
El suicidio montado en mi país
fue escrito en la pizarra con un gis
que se borra con sangre y estertores.

Si llegase a "perderme" no lo duden:
Siempre he sido un borracho despistado...
y sin embargo causo mucho enfado
a los parias que roban y sacuden.


Me pierdo porque nunca busco el agua;
me pierdo porque bebo del desierto.

Autor: Jorge de Córdoba