martes, 20 de diciembre de 2016

Todo se paga



Me cruzaron la cara y sacudieron
el vientre con sus botas militares.
Después se acobardaron y escondieron
en las congregaciones de millares.

Mataron a mis amigos con toda
la saña putrefacta y tan demente
que brindan los gobiernos en la moda
convirtiendo en insectos a la gente.

Varios sobrevivimos al encierro
del adoctrinamiento, convertidos
en ataúdes dignos para entierro
cargados de sus rabias y alaridos.
...
Después de mucho tiempo de remar
contra corriente, encuentro a los verdugos
y carceleros. Viéndoles quemar
en la pira sujetos a sus yugos.

Con sudor, sangre y jugos
pagarán las afrentas a mi raza.
Seremos, desde ahora, la amenaza.

Autor: Jorge de Córdoba

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