sábado, 16 de septiembre de 2017

Malos recuerdos


Un cielo azul, canela, frío y muerto
marca una pesadilla recurrente
Estamos en un mundo cuasi tuerto
que vacía sus venas de repente.

Los hombres, ahogados en el puerto,
dejaron un aroma pestilente.
¡Qué sus huesos se mezclen con el huerto!
y su ejemplo nos sirva de aliciente.

El sueño que flagela mis jornadas
regresa cada noche desde marzo.
Mis manos se sacuden apenadas
confundiendo la sangre con el cuarzo.

Escuchamos las siete campanadas
con clavo, con madero y con el zarzo.

Autor: Jorge de Córdoba

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